Los autos de F1 de la nueva era han devuelto la "marsopa" a la lengua vernácula de la F1 después de una ausencia de 40 años. ¿La causa? La carga aerodinámica adicional debajo del automóvil permitida por las regulaciones de 2022. El efecto marsopa -básicamente un centro de presión fuera de control que provoca un movimiento de joroba perturbador a lo largo del coche- solía solucionarse mejorando las cualidades de sellado de los faldones laterales (un proceso complicado que requería mucho tiempo). tarea que nunca fue fácil dentro de los abarrotados garajes de la época).

Cuanto más aire filtraban las faldas debajo del coche, peor era la marsopa, y viceversa. En 2022, sin la conveniencia de faldas a su disposición, los equipos se enfrentan al problema tanto en el túnel de viento como con CFD (dinámica de fluidos computacional). Sin embargo, el tiempo es corto. El límite de costos de 2022 restringe el uso de CFD y túneles, lo que obliga a los equipos a estar más organizados aerodinámicamente que nunca. Y, con las dos primeras carreras a solo unos días de distancia, la presión, por así decirlo, sigue.

¿Qué camino será el más efectivo en este momento crucial? ¿Túneles de viento? Computadoras (CFD)? ¿O una combinación decente de los dos? Como antecedentes, hablé con uno de los destacados ingenieros aerodinámicos de la generación anterior de efecto de suelo completo, Frank Dernie, y se lo dije directamente: ¿DFC o túneles? Con tiempo limitado, ¿cuál es mejor? Un agradecimiento especial a Frank Dernie


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